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EL GLUTEN
¿Por qué hoy en día es tan perjudicial el gluten para la salud?
La diferencia entre el trigo que consumían en tiempos pasados era muy diferente en forma, calidad y antigenicidad de lo que comemos en nuestra época. Hoy día el 90 por ciento ha sufrido mutaciones genéticas para aumentar la productividad y mejorar la planificación utilizando también agentes químicos para conservar una plantación segura. Éste lo descomponen para posteriormente hacer la harina blanca refinada de trigo con un alto contenido en gluten.
El problema radica en que dichas mutaciones genéticas cromosómicas no las reconocen nuestras enzimas digestivas, por eso no son absorbidas como debieran para realizar un adecuado proceso digestivo.
El gluten, es una proteína grande y compleja con propiedades elásticas y adhesivas que actúan como pegamento en contacto con los intestinos e impide la absorción metabólica de los nutrientes ingeridos en las comidas. Su aporte nutricional es casi nulo provocando en el ser humano hinchazón abdominal, pesadez, leve sensación de fatiga y estreñimiento.
El gluten es muy utilizado a nivel industrial porque aporta al producto elasticidad, esponjamiento, solidez y hace que no se desmenuce al cortarlo. Por esta razón da igual la procedencia de éste, porque a la industria alimenticia le es muy rentable.
Debido a su naturaleza transgénica, es un alimento que nos aporta un PH ácido y su uso cotidiano nos puede provocar las intolerancias y alergias alimenticias más comunes hoy día en nuestra sociedad.
Conlleva multitud de enfermedades autoinmunes como la diabetes, Alzheimer, fibromialgia, enfermedad de Crohn, esclerosis múltiple, lupus y artritis reumatoide. Además puede provocar dolores musculares, alientan las enfermedades del hígado, provocan asma, hipotiroidismo, convulsiones, infertilidad e incluso el cáncer.
Lo podemos encontrar en alimentos como: la pasta, pasteles, el pan, las galletas, embutidos como chorizo, morcilla, salchichas, yogures, quesos fundidos, en porciones, de untar y de sabores, patés, conservas de carnes, pescados y demás con salsas o sin ellas, caramelos y gominolas, frutos secos, fritos o tostados con sal ,helados, cervezas sin gluten que pueden tener vestigios de cebada, licores, etc.
Cuando compremos estos productos, intentemos adquirir aquellos que llevan específicos la siglas "sin gluten", para conservar una alimentación más sana y equilibrada.